DEFINICIÓN

Denominación de carácter periodístico y, en cierto sentido, publicitario o al menos editorial, que se aplicó a la difusión exitosa y simultánea de un reducido grupo de escritores, en los años sesenta del siglo XX, que no configuraron ningún grupo, tendencia o escuela artística, y cuya única seña de identidad en común era el uso de la lengua española y el hecho no ser nativos de España sino de diversos países del bloque hispanoamericano.
La significación del boom como acontecimiento sin referentes ni paralelos en la historia de las letras hispánicas, admite diversas lecturas que son otras tantas propuestas parciales para entender su singularidad. En primer lugar, no fundó una escuela o movimiento, ni dejó por tanto continuadores o corrientes que puedan adscribírsele en el estricto sentido literario, por lo que su huella no es otra que la difusión y la apertura al mundo de una vasta región cuya literatura permanecía ignorada o conocida de manera confusa y parcial.

En segundo lugar, no representó la evolución o continuidad de ningún ismo por el cual las letras del sub continente hubiesen sido conocidas con anterioridad: nada hay en él que lo asocie a los poetas románticos decimonónicos, al modernismo de un R. Darío, a las diversas vanguardias del cono sur (ultraístas, creacionistas) ni mucho menos al indigenismo. En tercer lugar, hizo por primera vez de hispanoamérica, tierra de cronistas y poetas, una potencia narrativa de primer orden que se sorprendió por igual a españoles y a lectores de otras lenguas.
Su punto de partida político, finalmente, que lo asoció a los movimientos revolucionarios de su época y lugar por la ideología izquierdista de sus principales representantes, a acabó diluyéndose con el paso del tiempo, bien por la evolución de estos hacia otras posturas  o por la incorporación de autores de muy variadas ideologías, hasta devenir un claro ejemplo ecuaniménico continental, en el que caben todos los matices estéticos y políticos.